lunes, 18 de marzo de 2013

FALLO CONCURSO DE MICRORELATOS

A continuación publicamos el fallo del concurso de microrelatos La otra hodina h y la interculturalidad, y presentamos los textos ganadores. Muchas gracias, en cualquier caso, a todos por participar. La decisión tomada ha sido muy, pero que muy complicada. Pero allá vamos: 


1er premio:             
                                      INCAUTA EMBAUCADORA

 Pegado mi hombro el cristal de la ventana, siento el frío mojado. Revuelvo con poco entusiasmo el azúcar y el café. Te veo entrar oscuro; bufandas, zapatos, collares, reloje, cds...
Puedo entre otras cosas, elegirte a tí como compañero, como amigo, como socio, como vecino,
como enemigo, como culpable, como víctima, como incauto o embaucador. Puedo elegirte como guía o como carga, como sueño o realidad. Puedo soñarte despierta o matarte en sueños. Puedo construirte, apuntalarte o destruirte.
Y todo eso sin que cambies un ápice. Ya encontraré yo la excusa perfecta para explicar mi posición.
Ya pondré el cristal adecuado para mirarte a través de él y, sin que te des cuenta, convertirte en lo que yo quiero que seas.
Pero poco, o casi nada, de todo ello será verdad hasta que no sepa quién eres. Hasta entonces, será mi miedo el que decida por los dos; o será mi prejuicio, mi pereza, o mi falta de práctica.
Y sin embargo, cuando sepa lo que quiero que seas, puede que quiera que seas simplemente tú. ¿Tomas un café?


                                                                                              Autora: Greta Frankelfeld

                                                                              ...

Áccesit especial para desempleados:        


                                                              LAS VOCES DE LOS VIENTOS

    Como todos los años, se reunían en París todos los vientos del mundo en El V Congreso Internacional de La Interculturalidad. Acudían de todos los puntos de la Tierra para llevar a través de sus palabras un canto de esperanza a todos los rincones del planeta. 
Desde el Norte con su aire frío y helado traían buenas 
nuevas de tierras de modernidad y prosperidad.
 Desde el Este, con su aire seco y fuerte trajeron con gran júbilo noticias de libertad y solidaridad. 
Después le tocó el turno al viento del Oeste que llegó frío y gélido desde el Norte de Europa y cautivó a los asistentes con un alegato de concordia y fraternidad. 
Por último,desde África llegaron los vientos del Sur, cálidamente, envolviendo la atmósfera con un aroma de naturaleza salvaje, de raíces profundas, evocando así el principio del hombre. Como cada año, no tenían nada que decir, nada que contar, sólo un mensaje a través del tañido de sus tambores que conmovió a todos
los allí presentes: África llora y nadie seca sus lágrimas.

                                                                                               Autora: Mónica Gabancho Díaz





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